Luego de 27 años de servicio incansable de seguridad penitenciaria, Jorge Alberto Vázquez Merino, cierra su ciclo, cargado de anécdotas históricas que marcaron un antes y un después en su vida, donde disfrutó de grandes momentos con su segunda familia de sangre azul.
Jorge Alberto, inició su trayectoria un primero de julio de 1998, formando parte del histórico traslado de Personas Privadas de su Libertad de la antigua penitenciaria hacia el Centro de Reinserción Social La Pila, donde con profesionalismo y honradez cumplió cabalmente cada asignación que se le dio en sus diferentes servicios.
Para él, esta carrera se lleva con respeto, honestidad y disciplina, valores que le permitieron ascender de forma destacada, sin desviarse de su objetivo, como el primer día que entró a servicio y que le permitió culminar de forma exitosa su trayectoria: “Una vez que se es elemento de seguridad y custodia, nada vuelve a ser igual, porque se ama este trabajo, se vive y se marca uno para siempre, cuando te gusta lo que haces”, destacó.
Tras un cúmulo de sentimientos encontrados, por dejar atrás un capítulo memorable de su vida, hoy se despide con honor y agradecimiento, de haber pertenecido al grupo Tauro de Seguridad y Custodia, además de ganarse una segunda familia, sus compañeros de sangre azul, a quienes agradeció por su apoyo, solidaridad y espíritu de servicio.
Para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado, es muy importante el reconocer la labor que cada uno de sus elementos, que conforman las cinco direcciones, realiza y hoy, reconocemos y honramos la trayectoria de Jorge Alberto Vázquez Merino, Custodio A, quien demostró que, con constancia y disciplina, se llega hasta sus objetivos.
¡Enhorabuena por estos 27 años de trayectoria ininterrumpida, mucho éxito en esta nueva etapa que llega para ti!