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El conductor Héctor Sandarti habló del terrible momento que vivió cuando fue secuestrado en la ciudad de México cuando visitaba una librería en agosto del 2001.

“Nos iba muy bien y empezaban a salir nuevas oportunidades. La gente empezaba a reconocernos en las calles, lo cual era maravilloso (…) Eran como las 4:30 de la tarde, yo pasé a una librería a engargolar mi libreto para llegar yo muy profesional y puntual a mi cita. Cuando estoy en la librería percibo la presencia de alguien que se me acerca inmediatamente, demasiado cerca de mí, volteo y lo que veo es la pistola por debajo de su chamarra”, relató Sandarti.

El conductor dijo cómo reaccionó al episodio violento en su vida.

“Mi reacción fue la de las películas, levanté las manos. El cuate entre insultos y amenazas me dijo que bajara las manos, que no hiciera ningún ruido y le entregara las llaves de mi coche y mi cartera (…) Puso su pistola en mi costado y me dijo acompáñame, en ese momento me di cuenta de que la cosa posiblemente iba a poder ser peor”, dijo.

Relató cómo fueron los primeros minutos de su secuestro, un momento que jamás olvidará.

“Había como unas 3 o 4 personas adentro del auto y se arrancaron. Durante ese tiempo siguieron los insultos, no hubo ningún tipo de agresión física, yo solamente seguía rezando y contestaba a sus preguntas con toda la verdad (…) Al auto le quedaba poca gasolina, por esa razón como a los 20 minutos tuvieron que detenerse y moverme a otro vehículo (…) Me vendaron los ojos y me amarraron las manos por detrás (…) Esa vocecita negativa que todos los seres humanos tenemos me decía: ‘Esto aquí acabó, a mí se me hace que esto cuates me confundieron, creen que soy otra persona y me van a matar, solamente espero que sea rápido'”, contó.

Héctor Sandarti dijo como fue su liberación pero relata que vivió momentos de angustia en su lugar de cautiverio.

“Me dicen: ‘Héctor ya habló mi jefe conmigo, efectivamente como te dije no se logró negociar nada, así que te vamos a soltar’ (…) El que me despertó fue el compadre para decirme: ‘Ya vienen a buscarte para soltarte’. Después haber dormido varias horas como un bebé, llega el compadre, me despierta y me dice: ‘Héctor ya llegaron por ti’, cuando me ayuda a incorporarme y a ponerme los zapatos. Me incorporo y el compadre me dice: ‘De verdad, tranquilo, estos cuates son muy violentos, los mismos que te raptaron te van a soltar, es gente muy agresiva, te van a insultar.’

Estas revelaciones las hizo el conductor de su podcast “Algo bueno que decir”.