Hoy las unidades están abandonadas en la comandancia de Acrópolis

Más de 15 patrullas de la Policía Municipal de San Luis Potosí permanecen abandonadas en la comandancia de Acrópolis, en la colonia Abastos, pese a que cada unidad costó más de 3 millones de pesos a través de un millonario contrato de arrendamiento promovido por el alcalde Enrique Galindo Ceballos.

Las patrullas, que hoy lucen cubiertas de polvo y en condiciones inservibles por supuestas fallas mecánicas, fueron presentadas por el alcalde al inicio de su gestión como parte de un ambicioso programa de seguridad. Galindo, quien llegó al cargo con la promesa de devolver la paz a la ciudad y se ostenta como “experto en seguridad”, presumió este esquema de arrendamiento como una solución moderna y eficaz. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que fue más un “negociazo” que una estrategia real de combate al crimen.

En medio de una crisis de inseguridad que ha derivado en asaltos en pleno Centro Histórico, robos a casa habitación, comercios y transeúntes en colonias y delegaciones, estas patrullas permanecen fuera de circulación. La falta de mantenimiento oportuna y el abandono total de las unidades han convertido lo que debió ser un apoyo operativo en un símbolo del fracaso municipal.

A pesar del alto costo —más de 45 millones de pesos solo por estas 15 unidades— el resultado ha sido desastroso. San Luis Potosí capital figura actualmente entre los 50 municipios más peligrosos del país, según datos oficiales, mientras los potosinos viven con miedo y desconfianza.