El sistema sanitario de Afganistán está al borde del colapso y sólo el 5% de los afganos tiene suficiente comida, alertan las agencias de la ONU ante una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores del G20

El director de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, que ha visitado Kabul, asegura que los recortes en la financiación internacional han obligado a las agencias a decidir “a quién salvan y a quién dejan morir”.

El máximo responsable humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, anunció la liberación de 45 millones de dólares de un fondo de emergencia para apoyar el maltrecho sistema sanitario afgano.

“Permitir que el sistema de atención sanitaria de Afganistán se desmorone sería desastroso”, dijo Griffiths. “A la gente de todo el país se le negaría el acceso a la atención sanitaria primaria, como las cesáreas de urgencia y la atención traumatológica”.

Las encuestas del Programa Mundial de Alimentos muestran que sólo el 5% de los hogares afganos tienen suficiente para comer cada día, mientras que la mitad informó de que se había quedado sin alimentos al menos una vez en las últimas dos semanas.

“Mi hija está enferma por el hambre, la falta de medicinas y el calor, no hay comida, no hay medicinas, algunas personas vienen y sólo traen pastillas de paracetamol nada más, no hay una revisión adecuada ni medicinas, dice Sabzina, una mujer en Kabul, en un testimonio recogido por el Programa Mundial de Alimentos.