En el segundo debate entre los candidatos a la gubernatura de San Luis Potosí, en el cual participaron 8 de los 9 aspirantes (Ricardo Gallardo declaró que ya había cumplido con el primer debate -como si se tratará simplemente de cumplir y no de proponer y exponer sus ideas sobre cómo piensa, en caso de ganar, llevar a cabo un plan de gobierno), escuchamos con asombro y ofensa por parte de Octavio Pedroza “que el lugar de la mujer es en el hogar”. Con esta declaración, además de que general sus intervenciones dejaron mucho que desear, Pedroza es decepcionante, por decir lo menos, y resulta difícil aceptar un comentario de esta naturaleza de alguien que aspira y dice que puede gobernar nuestro estado. Con una frase desconoce la lucha cotidiana de las mujeres, a quienes tanto trabajo nos ha costado abrir espacios en los que día a día se nos decía que no, como por ejemplo escribir, participar en política, educar o desempeñar trabajos de toda índole con honorabilidad y profesionalismo.

Pero el pensamiento patriarcal y anquilosado de Octavio Pedroza no es nuevo, baste recordar que desde del sexenio de Vicente Fox (otro misógino que se refirió a las mujeres “como lavadoras de dos patas”), durante su encargo en la alcaldía de la capital, nunca creó la instancia institucional para las mujeres, ni mucho menos políticas de igualdad, ya que desde ese sexenio se inició la aprobación de un conjunto de leyes a favor de la igualdad y en contra de la violencia contra las mujeres, y por supuesto jamás destino recurso alguno, a pesar de que era obligatorio para los gobiernos promover políticas por la igualdad de género. ¿Con estos antecedentes intenta ser gobernador de nuestro estado?

Este comportamiento de Pedroza no es ajeno a otros candidatos, ya que durante las campañas políticas pretenden demostrar que están a favor de nosotras las mujeres, hacen eventos diciendo que las apoyan y que en su gobierno seremos realmente tomadas en cuenta, sin embargo es claro de dicho “apoyo” a la mujer, no es más que mercadotecnia política, ya que nunca hacen realmente conciencia de las mujeres que viven en pobreza extrema, a las que no se les ha hecho justicia por diversos delitos, como el abuso sexual. Existen situaciones tan graves en el estado, como en la Huasteca, por ejemplo, donde los padres aún venden a sus hijas por mil pesos; los candidatos, en la mayoría de los casos, pronuncian discursos llenos de frases comunes y vaguedades, sin proponer rutas concretas para construir un San Luis Potosí Seguro para nosotras.

Me pregunto si los aspirantes saben qué hay una Unidad de Género que se aprobó en el gobierno estatal actual (que por cierto no satisface sus necesidades básicas para funcionar,  al no otorgarles las herramientas adecuadas para cumplir con su misión y objetivos, ya que, por ejemplo, no puede elaborar estudios ni contar con especialistas que atiendan esta problemática en San Luis Potosí) a la cual le podrían dar seguimiento y otorgar las facilidades para elaboré propuestas concretas y alcanzables para los siguientes años de gobierno.

Que no se les olvide que somos el 51.4 % de la población en el Estado y que merecemos mejores gobernantes (pero para Octavio Pedroza ese porcentaje de mujeres debe estar “encerrada en su casa”).