#SALUD | Se estima que más del 90 por ciento de los casos afectan a los tejidos que recubren el encéfalo, la médula espinal y afectan el torrente sanguíneo
México.- Las infecciones meningocócicas son causadas por una bacteria llamada Neisseria meningitidis, y se estima que más del 90 por ciento de los casos afectan a los tejidos que recubren el encéfalo, la médula espinal y afectan el torrente sanguíneo, de acuerdo con Larry M. Bush, miembro del Colegio Americano de Médicos.

Se estima que el 40 por ciento de las personas con infecciones graves del torrente sanguíneo mueren; quienes se recuperan, solo entre un 10 y un 15 por ciento sufren complicaciones graves, como pérdida permanente de la audición, discapacidad intelectual, convulsiones o gangrena en los dedos de las manos o de los pies o en los miembros, que puede requerir amputación.

Este padecimiento se puede contraer por el contacto directo con secreciones nasales y de garganta de una persona infectada. Las personas más vulnerables a contraerla son los niños de seis meses y tres años, aunque tiene una mayor incidencia en las personas con sida.

Según el especialista, entre los factores que pueden aumentar el riesgo se encuentran: contraer una infección vírica, vivir en un espacio pequeño y con mucha gente, sufrir una enfermedad crónica, fumar o exponerse al humo de cigarrillos, tener trastornos del sistema inmunitario, personas cuyo bazo ha sido extirpado o dañado, entre otras.

En los climas templados, la mayoría de las infecciones meningocócicas se presentan durante el invierno y la primavera. Los lugares que tienen brotes con mayor frecuencia se encuentran en África Subsahariana, entre Senegal y Etiopía. Esta zona comprende 26 países y se conoce como cinturón de la meningitis.

Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz. Los lactantes pueden presentar problemas de alimentación y llanto débil, además se muestran irritables.

Cuando la infección ataca el torrente sanguíneo, aparecen erupciones caracterizadas por manchas rojas o púrpuras. Según el especialista, en los casos más graves puede provocar el descenso peligroso de la presión arterial, tendencia a sangrar e insuficiencia en algunos órganos como los riñones y el hígado.

De acuerdo con Bush, se toman muestras de sangre u otros tejidos para confirmar el diagnóstico, también se basan en los síntomas característicos, a veces, se realiza una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo.

En algunos casos se hace una prueba de sensibilidad que consiste en analizar las bacterias presentes en la sangre, para determinar qué antibióticos son eficaces frente a ellas. Para prevenir esta enfermedad existen dos tipos de vacunas, sin embargo, actualmente solo se comercializan en EUA.

Las personas infectadas deben ingresar en una unidad de cuidados intensivos, en donde reciben antibióticos y líquidos por vía intravenosa tan pronto como sea posible, por lo general, esto debe realizarse antes de que el médico obtenga el resultado de los análisis de sangre.