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San Luis Potosí

Hospital Central quiere desconectar a Ian, pero el niño tiene actividad cerebral

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Historia del pequeño que desde que nació permanece conectado a un respirador por supuesta negligencia médica, presuntamente cometida por personal del Hospital Central en San Luis Potosí

 

Para Teresa y Salvador la alegría por el nacimiento cercano de su segundo hijo se convirtió en un calvario.

A las seis de la tarde del día 12 de septiembre de 2017 prepararon a Teresa para la cesárea, el bebé tenía que nacer a más tardar a las ocho de la noche, pero al personal médico del Hospital Central “se le olvidó”. Una enfermera recapacitó a las diez de la noche y llevaron a Teresa al quirófano, pero debido a la atención tardía la criatura broncoaspiró y tuvo un paro respiratorio; entonces comenzó la pesadilla.

Ian tiene ahora tres años de edad. Todos los días de su vida los ha pasado postrado en una cama, conectado a múltiples aparatos que lo mantienen en este mundo. Está intubado.

-IAN VIVE-

“Ian tiene estímulos, llegamos y le agarramos la mano y hace esfuerzo… llora, lagrimea, mueve los ojos, voltea, hace sonidos como gárgaras”, dice Teresa. Ella, su esposo y un hijo adolescente abandonaron su hogar en el municipio de Charcas cuando Ian nació. Con los ingresos que el padre de familia obtiene colocando vidrios y aluminio, la familia renta en una colonia de la capital potosina, para visitar diariamente al niño el hospital. Son al menos treinta pagos de pasaje urbano por semana.

-REVICTIMIZACIÓN-

Por el caso de Ian la Comisión Estatal de los Derechos Humanos emitió la recomendación 17/2019 al “Hospital Central” de San Luis Potosí. Luego de ello Teresa y Salvador no observaron cambios en el desempeño ni en el trato de directivos, médicos y personal de enfermería. La única reacción por parte del hospital fue diagnosticar al pequeño con parálisis cerebral.

Paralelamente se interpuso denuncia ante la Fiscalía General del Estado, por falta a la fidelidad profesional de parte de empleados de ese nosocomio, y agresiones.

Inicialmente los padres de Ian tuvieron acompañamiento jurídico de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas: “pero al paso del tiempo, sólo nos hicieron dar vueltas”, señalan. Finalmente optaron por buscar la ayuda de un abogado particular.

-QUIEREN DESCONECTAR A IAN-

En dos ocasiones Teresa ha acudido al llamado del área de psicología del hospital. “Los médicos se ya se cansaron y el niño también”, le aseguran.
La ocasión más reciente fue el 31 agosto de 2020. Una trabajadora social le dijo a Teresa que ya todos están agotados. “Me ofreció que aceptara terapia por parte de ellos, querían desconectarlo, pero me negué… queremos seguir hasta que Dios diga”.

“Queremos calidad de vida para Ian. Desde que nació, los médicos aseguraron que no pasaría la primer noche, luego una semana, luego un mes…. y ya han pasado tres años”.

-NEGLIGENCIA Y MALTRATO-

Ian es visto por residentes y por personal de enfermería. No tiene una atención especializada.
“No le hacen estudios, sólo le dan paracetamol e ibuprofeno”. Cotidianamente Teresa observa que el personal se molesta porque el niño hace del baño, o porque está muy pesado: “Me lo dicen”.

Las condiciones de Ian quedaron evidenciadas en fotos y videos tomados con teléfono celular.
Alrededor del cuello del niño se observa laceración. Teresa advierte que cuando terminan de bañarlo no lo secan, y se le hacen llagas con la fricción de las mangueras que Ian tiene conectadas.

Las imágenes también revelan escoriaciones en los dedos del pequeño. Suponen que son causadas por un foco del oxímetro, que debiera cambiarse cotidianamente.

“A veces el niño tiene rasguños, eso no puede ser posible”, comenta Teresa.

-SIN ATENCIÓN DEL DIRECTOR-

Teresa cuenta que el 12 de septiembre de 2019 –día del cumpleaños de Ian– acudió a pedir una cita con el doctor Francisco Alcocer Gouyonnet -director general del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”. Quería externarle las malas condiciones en que se encontraba el respirador dispuesto de Ian.

“Le estaba aumentando mucho, respiraba fuerte y le fallaba la válvula”, pero la asistente del funcionario le dijo a la señora Teresa que no podrían recibirla.

-ULTIMÁTUM-

Cansados de las vejaciones y negligencias vividas durante más de tres años, los papás de Ian solicitaron la intervención de los integrantes de la Comisión de Salud del Congreso del Estado.

Este lunes el diputado Edgardo Hernández Contreras solicitó la destitución del director del Hospital Central, y a las autoridades de salud exigió que atiendan de manera inmediata y puntual aquello que se requiera para garantizar los derechos humanos y el bienestar del pequeño Ian, paralelamente al seguimiento jurídico del caso.

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